La criminología es la disciplina que estudia las causas del crimen y preconiza los remedios del comportamiento
antisocial del hombre. La criminología es una ciencia interdisciplinaria que basa
sus fundamentos en conocimientos propios de la sociología, psicología y
la antropología, tomando
para ello el marco teórico de la medicina y el derecho penal. Las
áreas de investigación criminológicas incluyen la incidencia y las formas de
crimen así como sus causas y consecuencias. También reúnen las reacciones
sociales y las regulaciones gubernamentales respecto al crimen. El nombre de
esta ciencia fue utilizado por primera vez por el antropólogo francés Paul
Topinard. En 1885, el profesor italiano de derecho Rafael Garófalo acuñó
este término.
A pesar de ser una ciencia reciente y haber sido
cuestionada en cuanto a su autonomía y su independencia disciplinaria, la criminología moderna ha
alcanzado su identidad científica y social a través de:
·
Un manejo
coherente e integrador de métodos de estudio provenientes de las ciencias
positivas y sociales.
Actualmente, se conocen 4 métodos para conocer qué
circunstancias hacen que una persona cometa un crimen, los cuales son: entendimiento directo con el delincuente,
examen médico, examen psicológico (datos sobre personalidad) y encuesta social
(medio en el que se desarrolla la persona).
La lucha contra el delito y el estudio de los
delincuentes y del castigo data desde la antigüedad.[cita requerida] Filósofos
como Sócrates, Platón o Aristóteles ya
hablaron sobre este tema, atribuyendo los delitos a deficiencias físicas o
mentales e incluso a la herencia.[cita requerida]
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó
también sentar las bases de la filosofía del derecho penal en
su obra Escolástica, y en la Edad Mediase
realizaron algunos estudios médicos para investigar crímenes aislados.
En México los precursores de la Criminalística
fueron el profesor Don Benjamín Martínez, fundador del gabinete de
identificación judicial y del laboratorio de Criminalística de la jefatura de
la policía del Distrito Federal (1926); y Don Carlos Romagñac autor de los primeros tratados de policía
científica y Criminología aparecidos en México
El primero inicia de inmediato a la aplicación,
cumpliendo las normas señaladas por Bertillon, de la fotografía en la
investigación de los delitos. El Segundo apunta en su obrar en forma muy
especial la importancia y la necesidad de la fotografía en la investigación
Criminalística
Escuela
Positivista
En el siglo XIX, se
empiezan a aplicar los métodos de observación científica al crimen, con el fin
de determinar las causas de la criminalidad. En este momento es cuando la escuela italiana (Lombroso, Rafael Garófalo, Enrico Ferri)
pretende encontrar la causa profunda de la delincuencia en las anomalías
corporales y mentales de los individuos y de la escuela francobelga (Durkheim, Guerry, Lacassagne, Quételet, Tarde) denuncia la influencia del
medio social, verdadero «caldo de cultivo de la criminalidad».
Escuela
de Chicago A partir de principios del siglo XX se
desarrolla en EEUU un
nuevo paradigma en la investigación criminológica al centrarse en las razones
que causaban el hecho de que en unos barrios se
cometieran más delitos que en otros. De esta época es destacable la
investigación empírica sobre
delincuencia juvenil de Shaw y McKay, que concluyeron en que los barrios con
ciertas características (entre ellas, el deterioro físico, la heterogeneidad
cultural, población decreciente, pobreza, etc)
eran más proclives a producir una mayor delincuencia. Esto
sería así porque estos barrios se encontrarían socialmente desorganizados y no
pueden realizar su función de control social ante
actos desviados.1
En el siglo XX, los
criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los descubrimientos
precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse una tendencia a
ampliar el campo de la actividad criminológica: unos incluyen en ella la criminalística (Alemania); otros,
la penelogía; hay otros que preconizan el
estudio conjunto de la ciencia del crimen y de la ciencia de la reacción social
suscitada por él (Estados Unidos). En este siglo, la criminología ha influido
notablemente en la evolución del derecho penal.
Con los posteriores avances en el campo de la psicología y sociología algunos
investigadores han propuesto nuevos enfoques, entre ellos se encuentran: Jean Pinatel, Edwin Sutherland, Robert Merton, Travis
Hirschi, Ronald Akers, Robert Agnew, Diana Fishbein, Sampson y Laub, Felson, Cornish, Gary LaFree, David Farrington, Michael Gottfredson, Charles Tittle, entre otros.
En Latinoamérica son varios los investigadores que
se han destacado en esta área, especialmente los pertenecientes a países
como Argentina, Colombia, México y Venezuela. Entre ellos
sobresale la labor de criminólogos como: Alfonso Quiróz Cuarón, Rosa Del Olmo, Emiro Sandoval Huertas, Luis
Rodríguez Manzanera, Lolita Aniyar de Castro, Alfonso Reyes Echandía, Eugenio Raúl Zaffaroni, Juan Manuel Mayorca, Elio Gómez Grillo, Álvaro Pérez Pinzón, Filadelfo Del Carmen Labastidas, Luis Gerardo Gabaldón y Christopher Birkbeck, entre muchos otros que han colaborado con esta
rama de las ciencias sociales. En España, algunos
de los criminólogos más importantes han sido: Antonio Beristain Ipiña, Elena Larrauri Pijoan, Vicente Garrido Genovés,Jorge Sobral, Per Stangeland, Santiago Redondo, Miguel Clemente, Eugenio
Garrido Martin, Enrique Echeburua, Cándido Herrero, César Herrero Herrero, Alfonso Serrano Gómez, Alfonso
Serrano Maíllo y Juanjo Medina Ariza.
En cuanto a los estudios universitarios, el primer
programa de estudios universitarios a nivel licenciatura en Latinoamérica
surgió en 1978 en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (hoyFacultad de Derecho y
Criminología) de la
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), en Monterrey, México.
La primera Escuela de Criminología de Sudamérica se abre en la Universidad de
Los Andes, en Mérida, Venezuela. El año de su fundación fue 1992 y su primer
egresado es el criminólogo y
profesor Juan Antonio Rodríguez, primer licenciado en criminología graduado en ese
país y en Sudamérica. En la patagonia
Argentina, nace en 1998 la
primera escuela de Criminología Social de ese país, dirigida por el criminólogo y
psicólogo social argentino Roberto
Víctor Ferrari.[cita requerida] En
España, las primeras escuelas donde se imparten criminología, que dependían de
la facultad de derecho, fueron creadas en Barcelona (1955) y en Madrid (1964).
Tipos y definiciones de crimen
Tanto las escuelas positivistas y
clásicas tienen una visión de consenso de la delincuencia - que un crimen es un
acto que viola los valores y creencias básicas de la sociedad. Esos valores y
creencias se manifiestan como las leyes que la sociedad acuerde. Sin embargo,
hay dos tipos de leyes:
• Las leyes naturales se basan en
valores fundamentales compartidos por muchas culturas. Las leyes naturales
protegen contra daños a personas (por ejemplo, el asesinato, la violación, el
asalto) o propiedad (robo, hurto), y forman la base de los sistemas de derecho
común.
• Estatutos son promulgados por las legislaturas y reflejan las costumbres
culturales actuales, aunque algunas leyes pueden ser objeto de controversia,
por ejemplo, las leyes que prohíben el consumo de cannabis y el juego.
Criminología marxista, la criminología conflicto y la Criminología Crítica
reclaman que mayoría de las relaciones entre el Estado y los ciudadanos no son
consensuales y, como el derecho penal tal no es necesariamente representativa
de las creencias y los deseos públicos: se ejerce en interés de la clase
dominante. Las criminologías más la derecha tienden a postular que existe un
contrato social consensuada entre el Estado y los ciudadanos.
Por lo tanto, las definiciones de los delitos varían de un lugar a otro, de
acuerdo a las normas culturales y las costumbres, pero pueden ser ampliamente
clasificados como delitos de cuello azul, crimen corporativo, el crimen
organizado, el delito político, delito de orden público, el crimen de estado,
delitos societarios y delitos de cuello blanco. Sin embargo, ha habido
movimientos en la teoría criminológica contemporánea para alejarse del
pluralismo liberal, el culturalismo y el posmodernismo, introduciendo el
término universal "daño" en el debate criminológico como un reemplazo
para el término legal "delito"
Conducta desviada
En cuanto al fenómeno
de la desviación, la criminología aborda los factores explicativos de la conducta desviada y la conducta delictiva (robo, homicidio,
daño, etc.). Estos factores pueden ser vistos desde una perspectiva causal como
determinantes de orden psicológico, biológico o social, o pueden ser
estudiados como categorías de orden cultural resultantes de procesos de
interacción y definición social complejos, en los que intervienen elementos de
tipo histórico, político o cultural.
Entendida la conducta
desviada como aquel comportamiento de uno de los miembros de una sociedad, que
se aleja de los estándares habituales de conducta. Aunque debe distinguirse
entre diferentes conductas desviadas. Así, por ejemplo, el travestismo podría
considerarse como una conducta desviada, pero resulta categóricamente distinta
a la conducta desviada de, por ejemplo, robar en un establecimiento.
Por tanto, la
criminología estudia la conducta desviada de la persona, cuyo resultado deriva
en daño o perjuicio de algún componente de la sociedad.
Control
social
Con respecto al control social, la criminología...
procura analizar desde diferentes perspectivas (funcionales y estructurales)
las instancias encargadas de reaccionar socialmente contra la desviación y la delincuencia. El control social
se divide en dos tipos:
1.
Control
social formal: constituido por las leyes y normas que rigen la convivencia.
2.
Control
social informal: es el ejercido por la sociedad, por los padres y por las
personas que nos rodean
Es importante señalar
que mientras la criminología se ocupa de hallar el modo de optimizar los
mecanismos de control social, la criminología crítica explora la incidencia en
grupos humanos de tales instancias de control, como factor criminógeno. De este
último análisis, es que surge la nueva criminología o también llamada critica o
radical, la cual desatiende por completo los factores endógenos y exógenos
relacionados con la conducta criminal y desviada; dándole mayor importancia al
papel de la instituciones del gobierno y
su incidencia en el control del crimen.
En criminología, se
denomina control social a la influencia que ejercen determinados elementos
componentes de una sociedad, en la forma de comportarse de sus asociados. Así
por ejemplo, si un ser humano nace y crece en solitario, sin roce ni relaciones
intragrupales, no tendrá controladores sociales, por lo que en relación a una
cultura determinada, éste será desviado, pues no se comporta como el resto
desasociado, pero un ser humano que nazca y se desarrolle en un ámbito
familiar, obviamente adoptará como propias, las formas de comportamiento de los
demás miembros de la familia y, si no las adopta en su totalidad, orientará su
comportamiento al menos a comportarse de una forma determinada. Posteriormente
a la familia, el siguiente controlador social lo encontramos en la escuela; la
influencia que ejerce la forma como los niños son tratados, educados, orientará
su comportamiento. De esta forma, los principales controles sociales que
analiza la criminología son la familia, la escuela, la iglesia y el gobierno,
pero existen muchos más como la moda, la música, las series de televisión, e
Delincuente
Ser biopsicosocial, la moderna criminología el
examen y significado de la persona del delincuente pasa a un segundo plano
desplazándose el centro de interés de las investigaciones hacia la conducta
delictiva misma, la víctima y el control social.
Víctima
La elaboración científica de una teoría de la
víctima es un fenómeno reciente, delincuente y víctima son los dos
coprotagonistas del suceso criminal.
Criminología dispone ya de un cierto núcleo de conocimientos de
cuestiones como: aptitudes y propensiones de los sujetos para convertirse en
víctima, tipología victimaria relaciones ente delincuente y víctima, grados de
coparticipación o corresponsabilidad de la víctima en el delito, influencias
sociales en el proceso de victimización, daños y reparación, comportamiento de
la víctima como agente informal del control penal.
Delito
La criminología no
puede prescindir el concepto penal del delito que constituye una referencia
obligada, la criminología no solo examina el delito ni lo hace desde un enfoque
valorativo. La autonomía de la ciencia empírica es relativa por que no puede
renegar del marco histórico y cultural en el que cobra sentido la conducta
humana.
El derecho penal y la
criminología están, sin embargo, íntimamente ligados. Por una parte, el objeto
de ésta, el delito, viene en gran parte acotado por la ley penal, que es la que
decide en cada momento qué debe ser reputado delito. Por otra parte, el derecho
debe tener en cuenta los resultados de la criminología para la elección de las
formas específicas de incriminación y penalización de las conductas humanas.
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